. . . ROMPIENDO CONCIENCIAS!!!!!

PROF. PRAXEDIS PIZA RÍOS   F. BAJO UNA MIRADA

 . . . (REZA UN REFRÁN QUE! . . . ESTE MUNDO ES DE LOCOS Y ATREVIDOS)

Y así lo ha venido viviendo nuestro amigo: PRAXEDIS  PIZA RÍOS     Quien ha tratado de cumplir con las tareas, que son parte de su trabajo. Que es en el Departamento de --- ECOLOGÍA--- Teniendo que aplicarse a fondo en referencia a la reforestación de las aéreas municipales públicas; como lo son las avenidas y principales calles que cuenta nuestra ciudad y uno que otro jardín. Apoyando también con la donación de diferente especie de árboles a los ciudadanos para su posible siembra, logrando con esta acción incentivar a la población para dar aporte  y reforestar nuestro entorno.

Sí recordamos tiempo atrás, el primer intento de llevar a cabo esta acción de plantar plantas y árboles, para embellecer nuestra ciudad y el principal objetivo: ayudar al medio ambiente. Quien en estos momentos todo mundo nos estamos quejando de las terribles temperaturas que se han venido dando en nuestro entorno y a nivel global. Donde grandes ambientalistas están dando la voz de alerta del peligro que podríamos correr los habitantes de este planeta. Algunos ciudadanos atoyaquenses observaron con agrado este proyecto, algunos opinaron lo contrario y otros ni siquiera les importó dicho debate.

Hoy    recorriendo   nuestra ciudad el equipo de --- BAJO UNA MIRADA --- Sigue el avance de este gran proyecto de plantar árboles en las avenidas  de la ciudad. Pero ahora con más capacidad de aplicarse técnicamente en su colocación para un mejor resultado para la colectividad. Podemos observar el rompimiento del cemento de manera más convincente para los que de alguna manera opinaron en cierta ocasión y que causó algunas molestias,  repartiendo los espacios de calle y banqueta. . .  Hay voces que alientan a seguir, otras solo se limitan a observar pero cuando el calor los agobia suspiran por la sombra refrescante de un frondoso  árbol. Hay ciudadanos con gran calidad moral que emiten voces a favor de reforestar nuestra ciudad, pero es conveniente aplicarnos más ciudadanos, autoridades, instituciones y organizaciones para dar más fortaleza al delicado mecanismo de poder rehabilitarse y brindarnos una mejor calidad de vida.  . . 

Hoy en estos tiempos --- NUESTRO PLANETA --- Nos está dando muestra de cambios que son negativos para toda especie viva del planeta. Y seguimos incrédulos ante tales eventos destructivos al ser humano y la armonía existente. . .  

Saludos amigo PRAX Y A TODO TU EQUIPO así como a todos los ciudadanos que dan su apoyo para lograr este proyecto. También a los hogares que tienen sus jardines bien cuidados y sirven de ejemplos para otros y es verdaderamente sano: la convivencia con la naturaleza.

Demos más efectividad a estas personas que                   dicen ser simplemente locos y atrevidos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .AMEMOS NUESTRO ÁRBOLES

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Y SIGAMOS REFORESTANDO

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Águila blanca. . . . . .  

¡¡ RECONSTRUYENDO EL TEJIDO SOCIAL ¡¡

                        

Cuando el contexto nos marca qué? El ser humano se encuentra en lo álgido de su existencia, y no está en los mejores momentos. Él mismo tiene la capacidad de enmendar su propio error. Y la naturaleza hará su cometido, permitir que la vida siga su curso. . .

La vida cotidiana de los seres humanos sigue enmarcada en los momentos de aprobación de nuestra naturaleza. Cuando este decide que lo puede, la naturaleza se hace partícipe, eso ocurrió en nuestro querido Atoyac. Cuando un grupo voluntarios que dan parte de su tiempo, esfuerzo y voluntad, para dar un cambio a lo rutinario en nuestra sociedad local. ---- El grupo COMUNIDAD CULTURAL ATOYAQUENSE ---- quienes se han venido fortaleciendo en este rubro cultural brindando oportunidades a todo género humano.

Era la hora citadina cuando la mayoría de los ciudadanos terminan sus actividades cotidianas, se dieron cita en la  plazuelita un lugar de convivencia de varias generaciones de los locales  del rumbo. Para disfrutar de uno de los eventos que acertadamente dirigen estos organizadores, LA HORA DEL MAMBO Y DANZONES ATOYAQUENSES --- Quien llegara primero serían una deliciosas gotas que arrullaron con su hálito marino, pues tenemos la dicha de estar próximos al Océano Pacífico y poder ser acariciados por tan lindos portentos de la madre naturaleza.

Que después de darnos sus caricias y sentir su calidez, hiciera su natural trabajo  el de refrescar el ambiente y darle una manita de gato a la pista de baile que los participantes ocuparían para desarrollar sus cualidades dentro de dicho y lustre evento. El sonido local ya invitaba al ritual: los participantes, principalmente los de la juventud acumulada daban rienda suelta a su alegría por ser los invitados de honor en esta festividad. Los Organizadores elegantemente están atentos al desarrollo de todos sus participantes. Los observadores se aprestaron a ocupar un espacio donde pudieran ver y disfrutar del momento de alegría que imperaba dentro de este entorno.

Respetuosamente citaremos algunos nombres de los participantes. . . El amigo Enrricote, Juan del Oso, Cande, Manuel y pareja, José Luis y esposa, la maestra Blanquita tan llena de energía, Soledad, José "La Popocha", el Sr. Rodrigo y muchas personalidades del barrio. Los maestros dando siempre muestra de cómo  se puede disfrutar del evento, sin tener el conocimientos del dominio del baile, simplemente tener la voluntad de compartir del momento de alegría de este grupo de organizadores y participante así como el público en general.

--- BAJO UNA MIRADA--- aplaude y felicita a todos los que de alguna manera participaron en dicho evento para llevar alegría y diversión a los atoyaquenses  para una mejor convivencia dentro del núcleo social de este municipio. Y así reconstruir el tejido social que da una mejor calidad de vida a los seres humanos. . . . Gracias a todos ustedes. . . .  .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Águila Blanca. . . . . . . . . . . . . . .