Llano Real, Guerrero: en honor a José "La Quesera"
. . . En un punto de la costa sur del Océano pacífico existe un bonito poblado lleno
de hermosas palmeras, extensiones de tierras listas para brindar el sustento de
sus habitantes; una laguna de agua tropical dispuesta para alimentar a sus residentes,
con sus especies de peces predominantes; Cuatete, Carpa, Camarón, Popoyotes,
Lisas y Charritos. . . Este último en peligro de extinción. . . .
El hermoso y misterioso mar, como vigilante y celoso marido,
golpea a todo aquel que hoza retarlo y a veces tan suave como una caricia,
cual mujer enamorada. . . Y de repente cual demonio destructor aniquila todo lo
que está a su alcance. . .
Pero siempre atento a dar el sustento al que lo pide y se
adentra a sus cálidas aguas, llenas de
esperanzas para el ser humano, el cual este no ha podido entenderse con sus
vastas vidas que alimentan sus fortalecientes aguas marinas.
Bien en este hermoso y cálido
entorno. . . El destino, sí es que existe para unos, aunque para otros
no, le está haciendo pasar una mala
jugada a José la Quesera. . . .
José la Quesera es hijo “del ventarrón”, como así nombran los
locales a este personaje de tan colorido pueblo. . . quien se gana este mote. . . (Apodo) por que en su infancia
acompañaba a su madre a vender queso en
los barrios de esta zona de playas. Siendo
un chamaco amable y siempre atento de los demás fueran o no sus
familiares.
. . . Después siendo un joven prestó sus servicios a otras enramadas
que en esos momentos brindaban su atención a los turistas locales, nacionales y
uno que otro internacional. . . naciendo con esto el amor hacia el servicio,
robándole un pedazo de su corazón. . . y depositarlo en un sueño, sí, un sueño:
lograr tener una enramada suya, propiamente suya para darle el toque personal y
mejorar lo que ya estaba hecho, en esa
hermosa playa…
Esta historia continuara…
Esta historia continuara…
ÁGUILA BLANCA
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